martes, 28 de abril de 2009

NINA SONCCO, Los sueños del condor azul III

El sueño de la lluvia

Era en Abril, la noche de la Luna creciente, cuando soñé, que de pronto aparecí en mi apartamento, en compañía de Andreas el pintor, discutíamos acerca del sentido del arte, cuando el cielo se tiño de rojo y una gran lluvia se desato, subimos ambos al techo a contemplar la lluvia y sentimos que el agua que caía del cielo estaba caliente como una ducha, entonces la espontaneidad despertó en mi y me dieron ganas de tomar un baño, aprovechando esa gran ducha, así que baje y saque de adentro mi shampoo y mi jabón, me desvestí, volví a subir y comencé con el baño, se sentían tan confortables esas gotas grandes y calientitas, cayendo sobre mi cabeza llena de la espuma del shampoo y mi cuerpo desnudo, al verme Andreas reía a carcajadas, cuando de pronto el agua se enfrió y el cielo torno de rojo a negro y toda la energía del paisaje cambio, lo volcanes emanaban una vibra hostil, y del cielo comenzaron a caer los rayos, llenos de espanto, de un salto bajamos y entramos a mi apartamento, y los rayos caían cada vez mas cerca, como si me estuvieran buscando, Andreas atónito no decía palabra alguna, sus ojos asustados lo decían todo, yo por mi lado, apague el televisor, mi celular, el refrigerador y cuando objeto eléctrico había en mi casa, creyendo que cualquiera de estos podrían atraer los rayos, de pronto una oscuridad absoluta cubrió el lugar, acompañada de una risa horrorosa, y se presento, flotando, una silueta horrible delante mió, era una mujer vieja y gorda, con ojos oscuros y violentos, los pelos de sus cejas eran muy largos y poblados, todos despeinados y maltratados, vestía una tenebrosa túnica de negro y morado, y me dijo: - “Aquí esta tu brujita”; me alzo en brazos y me saco volando y me dijo: - Ahora si, iremos a Ganímedes como te prometí, su aliento olía a perro; completamente asustado, Yo lance un grito que me salio desde las entrañas y con mi mano derecha intente destrozar su maldito rostro y con mis dientes mordí su hombro hasta que sentí el hueso; La bruja llena de dolor, vocifero maldiciones en contra mía y del universo, soltándome de pronto, yo caí a cinco cuadras de la plaza de Cayma, comencé a correr hacia la plaza, pues yo vivo una cuadra mas arriba de esta, en medio de mi carrera, sentía los tobillos destrozados por la caída y mi cuerpo cada vez me pesaba mas, cuando atravesé la plaza y cruce el segundo arco, caí de rodillas y sentía que pesaba una tonelada, cuando vi hacia mi casa, aprecie que toda la cuadra estaba gobernada por la oscuridad, entonces, sin ánimos y sin fuerzas me deje caer, ya mi cara en el piso, cerré los ojos, cuando sentí una sensación de levedad, abrí los ojos, y me encontré dentro de mi casa en la cochera, mi cuerpo flotaba como a veinte centímetros del suelo, sin poder moverlo a voluntad, me quede flotando y pensaba para mi corazón: Si, esto es un sueño, mi alma desprendida, esta flotando en este lugar, ¿pero ahora?, ¿como hago para volver a mi cuerpo?, cuando de pronto el buen Socrión (el perro de mi hermana), se paro al frente de mi alma flotadora, con esa mirada que siempre emana ternura, levanto sus orejas y me comenzó a ladrar, cuando intento lamerme, aparecí en el baño de mi apartamento, mirándome al espejo, y me di con la sorpresa que me habían crecido unas orejas de burro, triste en mi alma, comencé a acariciar mis nuevas orejas, recordé el cuento de Pinocho y desperté; eran las cuatro de la mañana, agradecí por haber despertado, pero esa noche no volví a conciliar el sueño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tu vida es fantasia y realidad total

Anónimo dijo...

La lluvia que es signo de limpieza? no es tambien baticinio de algo ahogante... si te convertiste en burro (creo opinar que es un animal noble), ... ser burro en el fondo es algo malo? y quien es esa chica llamada primavera vendra en septiembre????