miércoles, 22 de abril de 2009

NINA SONCCO, Los sueños del condor azul

El sueño de la Orca

La noche de la quinta luna llena, del año siete, de este milenio, ya acostado en mi cama, justo cuando el primer sopor del sueño, dulce don del cosmos me abrazaba, una energía extraña envolvió mi cuerpo aquella noche, pude sentir claramente, como si se estuviese abriendo una puerta energética, a la altura de mi frente, en eso sentí como que una fuerza invisible me absorbía desde el interior de aquella puerta, todo mi cuerpo astral estaba siendo llevado hacia otro mundo; Entonces yo sentí mucho miedo y trate de luchar por mantenerme despierto, pero una vez que las fuerzas y la conciencia me hubieron abandonado, mi cuerpo cayo en un profundo sueño; Entonces soñé que mi frente estallaba, como si fuese un volcán en erupción y del interior de mi cabeza salía volando un Cóndor de fuego, el cual voló hacia un lago de impetuoso caudal y broncíneas aguas donde bahía un hombre que se estaba ahogando, y con su mano izquierda pedía mi auxilio, cuando vi, a través de los ojos del cóndor, pude ver que aquel hombre que se estaba ahogando era yo mismo, una vez hube tomado conciencia de aquella visión, me encontré a mi mismo hundiéndome en aquellas aguas que ahora eran rojas, completamente consternado, contemple al cóndor volando hacia mi, abrió sus garras, las cuales eran de un fuego que no quemaba, me agarro de los hombros y levantándome en vuelo, me salvo y me llevo a mi casa, estando ya a salvo el cóndor desapareció, luego me dirigí a la sala de mi casa, cuando sentí arcadas muy fuertes, entonces me dieron ganas de vomitar, unas arcadas violentas tan fuertes que ni siquiera pude ir corriendo al baño, los fluidos amargos escapaban por entre mis dientes, en lo que estaba vomitando cuando una arcada me doblo en dos y quebró mis rodillas, entonces vi, que lo que estaba vomitando era una orca, si una orca, de mi estomago había salido una ballena viva, la que apenas estuvo libre bajo las gradas( pues vivo en un 3er piso) y se dirigió hacia los árboles de la huerta de mi vecino, la huerta se transformo en un bosque de inmensos verdores, entre los cuales ella se perdió.
Al día siguiente desperté radiante, como si hubiera vuelto a nacer, comprendí que esa orca del sueño, simbolizaba, muchas de las impurezas que contaminaban mi alma, y que esta en el viaje astral que tuvo la noche anterior, logro purificar.

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